Este hotel, situado en un palacio barroco del siglo XVIII en el centro de Trogir, ofrece el mejor lugar desde el que conocer esta espléndida ciudad, protegida por la UNESCO como patrimonio universal arquitectónico, y un claro ejemplo de comunidad urbana. Los huéspedes podrán apreciar preciosas iglesias románicas, junto con impresionantes edificios renacentistas y barrocos del período veneciano. Todo esto se refleja en las habitaciones de este histórico hotel, que poseen un diseño contemporáneo combinado con tradición y estilo, mobiliario de madera de pino, colores cálidos y equipamiento moderno. Pero lo que más destaca es el restaurante rodeado de una bodega del siglo XVII. Su techo de madera, sus baldosas y muros de piedra, junto con sus esculturas que cuentan la historia de Trogir, crean el ambiente más propicio para degustar excepcionales platos de origen dálmata y croata.