La arqueología es una de las disciplinas históricas que está rodeada de todo un aura romántica y que cuenta con numerosos aficionados, algunos de los cuales no tienen más interés que el de rescatar tesoros perdidos por lo que es preciso, en el caso concreto al que nos referimos, que hagamos una importante distinción entre el arqueólogo que, por razón de su trabajo necesita especializarse en el buceo o el buzo aficionado a la arqueología. Aquí, como si se tratara de arqueólogos aficionados de tierra adentro, es necesario que estén integrados dentro de un grupo de trabajo organizado. El arqueólogo aficionado es mucho lo que puede aportar, pero para evitar expolios que en nada ayudarían a esta disciplina es conveniente que todo esté regularizado de alguna manera.

A este respecto existen organizaciones que permiten la aportación de voluntarios que son formados y guiados para este trabajo de campo, conociendo en qué consiste la excavación submarina y cuáles son las técnicas más adecuadas para la extracción y conservación de piezas cuando estas pueden ser recuperadas. La excavación arqueológica subacuática tiene lugar La excavación arqueológica subacuática tiene lugar cuando se detecta un lugar determinado donde se intuye puede existir algún resto de interés. Los métodos que se emplean para ello son varios, como los GPS, documentación, relación con otros yacimientos próximos, etc. El método de excavación es el mismo que el empleado en tierra firme; localización del lugar, delimitación del mismo y establecimiento de cuadrículas para una mejor ubicación de los posibles hallazgos que deben quedar perfectamente registrados en relación al lugar en el que han sido encontrados, utilizando registro fotográfico y por escrito.