BIENVENIDO A BADEN BADEN
BIENVENIDO A BADEN BADEN
Historia de los bosques Durante cientos de años una gran parte de Alemania, sobre todo el norte y la zona montañosa del sur, estuvo cubierta de glaciares. El resto era una fría estepa sin árboles, como hoy en día el norte de Escandinavia, Siberia y Alaska. Cuando el clima se hizo mas cálido, hace unos diez mil años, la vegetación se fue extendiendo lentamente desde el sur y suroeste h ... Historia de los bosquesDurante cientos de años una gran parte de Alemania, sobre todo el norte y la zona montañosa del sur, estuvo cubierta de glaciares. El resto era una fría estepa sin árboles, como hoy en día el norte de Escandinavia, Siberia y Alaska. Cuando el clima se hizo mas cálido, hace unos diez mil años, la vegetación se fue extendiendo lentamente desde el sur y suroeste hacia el centro de Europa.
Aproximadamente 1000 años antes de Cristo, La Selva Negra empezó a estar poblada de bosques y a adquirir el aspecto que después se encontraron los romanos al llegar aquí. Ellos fueron los que le dieron el nombre que se mantiene hasta hoy en día, aunque es de suponer, que aquel paisaje nada tiene que ver con las montañas y los bosques que nosotros contemplamos. En aquel tiempo este territorio era una masa forestal casi impenetrable, poblada sólo por bárbaros y animales salvajes. Así que mientras no muy lejos de aquí, en el valle del Rin se fundaban ciudades con un alto nivel de vida, la Selva Negra quedó como un terreno desconocido, que la gente procuraba evitar y que se fue rodeando de leyendas.
Hacia el siglo XI los cristianos empezaron a fundar monasterios y abrir claros en los bosques para cultivar la tierra. En siglo XII se descubrieron minas de plomo, hierro, plata y zinc, que atrajeron a gente de todas partes, y empezaron a surgir pueblos, en los valles y en los claros cada vez más extensos. Los abetos que en aquel tiempo cubrían casi todo el terreno, y cuyos troncos podían alcanzar hasta 50 metros, se talaban y transportaban en balsas por los ríos hasta el Rin.
Prácticamente todas las actividades industriales y artesanales que se han desarrollado en esta zona implican de una manera, u otra, la utilización de madera; y no todas de forma tan “inocente” como la fabricación de los relojes de “cu-cú” que se exportan al mundo entero. Por ejemplo durante el siglo XVI se desarrolló la industria del vidrio que requería un consumo tan grande de energía que en ese siglo y el siguiente se talaron cantidades desorbitadas de árboles.
Hace 150 años, a causa del abuso en el consumo de madera, la Selva Negra estaba casi completamente deforestada. Aquel gran bosque impenetrable se convirtió en un paisaje de arbustos y de prados. Los grandes árboles habían desaparecido.
Pero si el progreso económico había destruido el bosque también supo encontrar la forma de recuperarlo. Con la construcción del ferrocarril fue posible conseguir carbón más barato de otras partes, y con ello la madera y el carbón vegetal de la Selva Negra dejaron de ser necesarios. La industria del vidrio dejó de ser competitiva en la época de la Revolución industrial y tuvo que ser cerrada en gran parte. Muchos de los habitantes de la Selva Negra perdieron la base principal de sus recursos económicos y tuvieron que emigrar.
Los que se quedaron comenzaron la durísima tarea de reforestar de nuevo el bosque, gracias a lo cual hoy en día dos tercios de la extensión de la Selva Negra vuelve a estar poblada de árboles. El 80 % son coníferas, en su mayor parte abetos rojos.
Pero desgraciadamente la historia se repite a menudo. Actualmente la Selva Negra vuelve a estar amenazada por los avances económicos, como casi todos los bosques del norte y centro de Europa. Los gases producidos por el tráfico, las centrales eléctricas y la industria contaminan el aire y el suelo con ácido sulfúrico y ácido nítrico, por ejemplo en forma de lluvia ácida. Estos ácidos se acumulan en las pinochas y las hojas de los árboles y también son absorbidos en forma líquida por sus raíces. Los bosques de coníferas, como este, reaccionan de una manera muy sensible a esta carga. Primero enferman los abetos y las piceas, después los pinos y por último los árboles frondosos. El 40% de los árboles de la Selva Negra están dañados de forma considerable, se podría hablar incluso de “irreversible”.
Esta “muerte lenta del bosque” es un aviso, que ya ha provocado un cambio en el pensamiento. Pero los procesos económicos y biológicos, que durante tanto tiempo han funcionado, no se pueden cambiar de un día para otro. El primer paso ha sido declarar la Selva Negra espacio natural protegido y se están volviendo a reforestar muchos campos de cultivo y prados. El bosque ha recuperado el respeto que le habíamos perdido, pero sobre su futuro todos los pronósticos son inciertos.
Baden-Wüttemberg
En la región de Baden-Wüttemberg tras visitar la ciudad de Friburgo apiñada en torno a su vieja catedral, hay que detenerse entre los gigantescos pinos negros de la Simonswald y a continuación en Furtwangen, cuna oficial de los relojes de cuco.
En medio de la gran selva se encuentra la ciudad de Freudendstadt, antiguo refugio de protestantes. A partir de aquí y hasta la ciudad de Baden-Baden, retiro favorito de políticos y artistas en otros tiempos, se extiende un precioso paisaje conocido como Camino Alto. Otras ciudades para visitar son Stuttgart y Heidelberg. Una vez allí no podremos evitar acercarnos al Lago Constanza.Rutas típicas y recomendadas de Baden-Württemberg (La Selva Negra) Berchtesgaden
Es quizás el lugar más romántico de los Alpes.
Kehltein, Obersalzberg y Eagle's Nest
Son muy conocidos ya que Hitler tiene fotografías en estos hermosos lugares.
Konigssee
Un hermoso lago alpino.
Garmisch-Partenkirchen
Donde se celebraron los Juegos Olímpicos de Invierno de 1936.
Parque Nacional de Berchtesgaden
Hermosísimo.
Neuschwanstein
Es un palacio de gran belleza que Walt Disney aprovechó para sus películas infantiles. Esta construcción romántica de color blanco fue ordenada por Luis II de Baviera en honor de su amante Sisi. Tanto el exterior como el interior merecen una visita, paisajes de ensueño junto a un hermoso lago y, dentro, cocinas con calefacción, una habitación transformada en una cueva para deleite de la Emperatriz Isabel, y otras muchas bellezas.
Linderhof
Es un palacio de pequeño tamaño y estilo rococó, una de las más refinadas creaciones del Reu Luis II de Baviera, en el interior destacan, las habitaciones con una lujosa decoración, un dormitorio con obra de talla dorada sobre paredes blancas, las sobre las puertas pinturas representando la vida en la corte de Luis XIV en Versalles, el techo con estucos dorados y una espectacular lámpara de araña de cristal con 108 velas, el comedor con una mesa empotrable con el centro de porcelana de MeiBner, y en el parque del castillo, la Gruta de Venus y un quiosco moro.