Cisternas de Aghalbid:
En los extramuros del recinto amurallado que llega a conformar lo que es la antigua medina, entrando por la parte norte de la ciudad, se hallan las Cisternas de Aghalbid. La verdad es que a pesar de la gran fama que tiene, el interés que tiene es sumamente limitado ya que están más interesantes por su sofisticada ingeniería que por su tipo de vista. Se trata de unos gigantescos depósitos de almacenamiento de agua, los cuales llegasen a ser edificados por los aglabíes en el siglo IX a iniciativa del príncipe Abu Ibrahim Ahmed y bajo la supervisión de un esclavo llamado Chalaf.
Cuando se completaron pasaron a formar parte de una extensa red hidrotécnica considerada en la actualidad una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes que cuenta el mundo árabe. El agua por lo regular llegaba a través de un acueducto desde el monte Jebel Cherichera a 36 kilómetros de distancia hasta la cisterna más pequeña para que se llegara a asentar, y luego pasaba al gran estanque principal de la reserva, la cual tenía 5 metros de profundidad y 128 metros de diámetro, contando con una capacidad de 57 millones de litros de agua. En el centro de la cisterna principal había un pabellón donde los gobernantes incluso podían asistir para tener un momento de relajación en las noches de verano. La mayoría de los habitantes en su tiempo tenían un pozo propio en sus casas además de pequeñas cisternas, gracias al agua almacenada que había ayudaba a que la ciudad no dependiera tanto de las condiciones del clima.
La mejor vista panorámica de estas cisternas se obtiene desde el tejado de la oficina del syndicat d iniciative.
Pueden visitarse en temporada alta de 7:30 a 18:30h, y en invierno de 8:30 hasta las 18 horas.