Los más de 65.000 habitantes de estas islas son en gran parte de origen africano, mezclados con razas europeas.
En todas las islas del Caribe conviven diferentes razas y culturas, inevitable herencia del colonialismo de los siglos pasados. Españoles, franceses, portugueses, británicos, holandeses y, sobre todo, los esclavos africanos han dejado su huella allí por donde han pasado.
Es preciso señalar que la población negra es mayoritaria en muchas de las islas, consecuencia del desmesurado tráfico de esclavos que llevó a miles de africanos hasta estos territorios. Con su llegada nació la sociedad criolla, asentada sobre el cultivo de grandes plantaciones y en el trabajo de los esclavos.
Hoy, la mayor parte de la población de las Antillas es inmigrante y se pueden diferenciar tres razas principales: blancos, autóctonos y melanoafricanos, sin olvidar la existencia de grupos minoritarios como los chinos y los sirio-libaneses.