Una característica que ha influido notablemente en la historia de la región astur, ha sido el hecho de hallarse en una zona de difícil acceso para las invasiones de otros pueblos, por lo que fue de los últimos reductos conquistados por romanos o árabes. Por lo que actuó como foco impulsor de la Reconquista, lo que a su vez redujo poder al reino astur para favorecer el del reino castellano - leonés. Así, en el 914 la capitalidad fue trasladada de Oviedo a León.
En el siglo XIX fue cuando tomó un fuerte impulso la explotación de la minería asturiana y condujo a la construcción de una nueva infraestructura, convirtiéndose en un importante núcleo minero e industrial, con una gran influencia de las ideas socialistas y anarquistas, hasta tal punto de provocarse en 1934 una revolución que proclamaría en Asturias una república socialista.
La Guerra Civil dividiría la región en dos partes, Oviedo con los sublevados y resto de Asturias con la República. En Enero de 1982, se aprobó el Estatuto de Autonomía, pasando a ser el actual Principado de Asturias. El ocho de mayo de 1983 tuvieron lugar las primeras elecciones autonómicas.