Se puede llegar a Austria por el avión. El Aeropuerto Internacional de Viena, Schewechat, está situado a 19 kilómetros del centro, pero existen excelentes comunicaciones hasta la ciudad. Existen varios vuelos semanales desde las principales capitales europeas hasta Viena. La compañía austriaca Austrian Airlines y su filial Austrian Air Service facilitan las conexiones con otras ciudades como Linz, Graz, Klagenfurt y Salzburgo. La compañía Tyrolean comunica la capital austriaca con Innsbruck.
Otra opción agradable para moverse por Austria es el barco. Los barcos que navegan por el Danubio a lo largo de 300 kilómetros ofrecen una travesía repleta de lugares hermosos. La compañía que realiza estos cruceros es la DDSG, Compañía de Barcos de Vapor del Danubio. Hay una amplia oferta y variedad de precios, categorías, estilos de embarcaciones y duración de las travesías
Los trenes con destino a cualquier punto de Austria salen diariamente desde la capital de Francia y de las ciudades suizas de Basilea y Zurich, finalizando su recorrido en la estación de Westbanlhof de Viena. No existen trenes que vayan directos desde España pero RENFE facilita combinaciones para poder viajar hasta estas ciudades. La red de ferrocarril austriaca ofrece un servicio rápido, cómodo y barato. Los servicios interurbanos funcionan cada hora. Tanto los austriacos como los turistas pueden acceder a bonos de viaje de precios atrayentes como la Tarjeta Rabbit o la Rabbit Junior, esta última para menores de 26 años, permitiendo ambas tarjetas viajar en primera y segunda clase por todo el territorio austriaco durante cuatro días sin límite de kilometraje. Ofrecen, además, un descuento del 50 por ciento en los barcos que recorren el Danubio..
En cuanto al autobús, se utiliza para llegar a lugares donde la red de ferrocarril no puede acceder. Es aconsejable reservar los pasajes con antelación durante los períodos vacacionales. Los billetes se pueden adquirir en las oficinas de las compañías de autobuses o a través de una agencia de viajes..
Austria cuenta con una buena red de carreteras en muy buen estado. El límite de velocidad para vehículos normales en autopista es de 130 Kilómetros por hora, y en el resto de la red de carreteras de 100 kilómetros por hora. En las zonas urbanas el límite es de 50 kilómetros por hora. La edad mínima para conducir es de 18 años y es obligatorio llevar el cinturón de seguridad. Si se tiene algún problema durante el viaje existen dos clubes del automóvil: el OAMTC y el ARBO, ambos prestan ayuda en carretera. Para solicitar su servicio se debe marcar el número 120 para el OAMTC, y el 123 para el ARBO. Las principales firmas de alquiler de vehículos cuentan con oficinas en los aeropuertos y en el centro de las principales ciudades de Austria. Es necesario ser mayor de 21 años de edad y tener un mínimo de un año de antigüedad como conductor en el país de origen. No se exige un permiso internacional de conducir.
En cuanto al transporte público, es aconsejable usarlo en las principales ciudades austriacas , especialmente en Viena. El metro está señalizado como "U-Bahn" y cuenta con cinco líneas. El tranvía, por su parte, es realmente rápido. Tiene absoluta preferencia sobre los automóviles y cuenta con líneas que recorren toda la ciudad. Los autobuses son algo más lentos y suelen ofrecer recorridos por la ciudad que no están cubiertos por los tranvías. En los transportes públicos los niños menores de seis años no pagan y los turistas menores de 15 años pueden viajar gratis durante los fines de semana. Los taxis no son caros, disponen de un taxímetro y se identifican con la típica luz verde. Recuerde que es habitual dejar propina. Viena ofrece, además, pistas en muy buen estado para circular con bicicleta y coches de caballos, un romántico medio de transporte para recorrer la hermosa capital.