Los primeros mosaicos se crearon hace unos 4.000 años. Originalmente eran primitivos, consistentes en conos de terracota deprimidos en un fondo que servía como decoración. Los griegos más tarde convirtieron los mosaicos en una forma de arte, usando piedras de colores y vidrio para crear patrones geométricos y escenas intrincadas que representan animales y personas. Entre los siglos V y XV, se crearon mosaicos bizantinos que llevaron el arte a un nuevo nivel. Estos mosaicos bizantinos introdujeron el uso de oro y plata para crear un efecto brillante e incorporaron un nuevo tipo de teselas, llamadas esmalte.
En la época bizantina, los suelos de las tiendas y casas de la zona de los Zocos se colocaban con pavimentos de mosaico. Las excavaciones arqueológicas de 1996 desenterraron unos setecientos metros cuadrados de mosaicos, la mayoría de los cuales datan de los siglos V y VI d.C. Fueron recuperados de cinco grandes villas y de una calle columnada con sus tiendas. Las columnatas tenían pavimentos de mosaico con letras griegas que marcaban la dirección de cada tienda. La mayoría de los mosaicos mostraban patrones geométricos, aunque algunos incorporaban diseños figurativos. Un panel encontrado en la tienda, designado con la letra Epsilon, representa un león rugiente. El mosaico se encontraba en la entrada de la tienda, lo que probablemente proporcionaría protección. Un mosaico en una casa detrás de la calle con columnas representaba la escena mítica de Leda y el Cisne. Un panel descubierto en otra casa llevaba un mensaje moral: "La envidia es el peor de los males; sólo hay un bien en ella, se come el corazón y los ojos del que mira." El registro, la limpieza, la elevación y el almacenamiento del gran número de mosaicos se realizó con mucho cuidado. Hoy en día, el "Mosaico de los celos" se puede ver en el Museo Nacional de Beirut, mientras que unos 250 paneles de fragmentos de mosaico se mantienen almacenados.