Según los argentinos, su carne es la mejor del mundo. Por eso la especialidad, sin discusiones, en Buenos Aires son los asados que se preparan en sus numerosos restaurantes tradicionales. Sin embargo, la ciudad es también un ventanal abierto a las cocinas más próximas o remotas. Así, hallaremos aquí restaurantes españoles, escandinavos, judíos, franceses, mejicanos... y de todos los lugares que nos podamos imaginar.