Uno de los principales atractivos de Bután son los centros civiles y religiosos que describen la naturaleza particular de cada región. Estos son conocidos como los Dzong o monasterios fortificados. El más importante de ellos se encuentra en la capital, Thimphu, que fue construido en 1960. Así como las demás construcciones de esta naturaleza, éste cuenta con un templo central, pues estas edificaciones son dedicadas básicamente al culto y a la administración. Alrededor se yergue un amplio muro con un enorme patio exterior que se recubre nuevamente de murallas exteriores. La costumbre indica que los campesinos envían a sus hijos a los dzong, pues creen que con ello se consiguen méritos espirituales y la oportunidad de obtener una mejor reencarnación. Una característica importante del Dzong Thimpu es que se encuentra rodeado de cuatro palacios para el rey, para el comandante en jefe del ejército, para el lama y para los monjes. En los muros exteriores se encuentran las oficinas administrativas. Cada bloque de piedra del dzong de Thimpu ha sido cincelado a mano y cada viga ha sido cortada y pulida con excepcional exactitud. Los que ocupan los altos cargos de los dzong llevan como signos distintivos una especie de bufanda de color rojo vivo y una espada de un metro de longitud con la empuñadura finamente labrada.