Sin duda las muestras arquitectónicas más bellas y monumentales del país datan del periodo del Imperio Angkor, entre los siglos IX y XIV. Destacan sobre todo las estructuras de Angkor Wat, la “capital que es un templo” y Angkor Thom la “gran capital” (Wat quiere decir templo).
En cuanto a la escultura las obras más admiradas son las de los antiguos Jemeres (no los Jemeres Rojos) las cuales reposan en el Museo Nacional de Phnom Penh.
En la música destacan los cantos jemeres, que no han variado mucho desde el siglo XII los cuales se pronunciaban de forma entonada para seducir a los poderes invisibles. En el canto se combinan poema y música de tal manera que a veces la entonación de la palabra puede llegar más lejos que el sentido de la misma. Gran parte de la música se reserva a la improvisación. Existe una gran influencia China en la música de Camboya pero a su vez se encuentran en el país instrumentos, escalas y formas musicales pertenecientes a la antigua tradición hindú.
La danza clásica camboyana, muy elegante y refinada, suele ir acompañada por una orquesta o narración coral, derivada de las antiguas danzas de Angkor (lo mismo ocurre con los bailes tai)