Canakkale es una ciudad universitaria con un pasado fascinante llena de mitos y leyendas. Aunque Canakkale se usa a menudo como plataforma para visitar los campos de batalla cercanos de Gallipoli y las antiguas ruinas de Troya, esta ciudad bien merece atención, ya que tiene mucho que ofrecer. Con una serie de diferentes influencias culturales presentes en el paisaje de la ciudad, más notablemente de las comunidades griega, judía y armenia, la ciudad es tan diversa como llamativa y debe ser explorada en profundidad por quienes pasan por allí.

Ubicada en una posición clave en el punto más estrecho de los Dardanelos, el tramo de agua que conecta el mar de Mármara con el Mediterráneo, Çanakkale es una ciudad relativamente pequeña que, sin embargo, crece cada año.

Tiene una gran población estudiantil y se utiliza como punto de parada para las personas que visitan la cercana península de Gallipoli, a la que se accede tomando un ferry hacia el norte a través de los Dardanelos.

Çanakkale en sí es bastante agradable y se puede pasar felizmente un par de horas explorando aquí. Desde la terminal principal del ferry en el centro de la ciudad hay un atractivo paseo marítimo, que luego atraviesa un parque junto al agua y continúa, pasando por una gran escultura de madera del caballo de Troya que quedó de la película Troya de 2004.

Cerca de la plaza principal junto a la terminal del ferry hay una torre de reloj otomana de cinco pisos rodeada de numerosos restaurantes pequeños, y al alejarse de esta área de la terminal del ferry, pasará por dos impresionantes cañones de la Primera Guerra Mundial. Hacia el sur de la ciudad se encuentra la impresionante Fortaleza de Çimenlik (que significa castillo de pradera). Este fue construido por el sultán Mehmet el Conquistador para la defensa de Estambul entre 1461 y 1462, y ahora contiene un Museo Militar que alberga varias armas de la Primera Guerra Mundial.

Çanakkale es el nombre que recibe hoy en día el histórico Estrecho de Dardanelos, que une los mares Mármara y Egeo. El estrecho mide 72 kilómetros de largo y allí se encuentra esta bella ciudad con el mismo nombre. Desde la ciudad se pueden tomar los transbordadores con dirección a Eceabat y Kilitbahir. Además posee uno de los puertos deportivos más conocidos, donde atracan multitud de yates y barcos privados. A lo largo del paseo marítimo también podemos encontrar buenos restaurantes, cafés teatros y centros de ocio.