La provincia de Cataluña siempre ha estado por delante del resto de España en cuanto arte, política y filosofía se refiere. La razón más clara es su proximidad a Francia y por lo tanto a los movimientos artísticos y sociales que en ella se creaban. En la provincia barcelonesa se acentuó en mayor medida por dar cobijo a Barcelona. De hecho, la misma capital siempre ha presumido de ser cosmopolita y de estar siempre a la última, abierta a todo tipo de vanguardias.
Magníficos ejemplos de arte románico, gótico y modernista se pueden admirar por toda la comunidad. Aquí nos encontramos con la belleza de Sant Climent de Taüll, la Catedral de Barcelona o la Torre Galatea en Figueres. Aparte claro de la presencia imponente de los monasterios cistercienses. Pero quizás uno de los movimientos artísticos más característicos de Catalunya sea el modernismo, que causó especial furor entre la burguesía catalana, dejándonos al resto de los mortales las maravillosas fachadas de sus villas y palacetes. El punto cúlmine de esta arquitectura se observa en Barcelona, con obras del genial Gaudí y Puig i Cadafalch, entre otros.
Lugar de inspiración de numerosos artistas y escritores como Josep Pla, Picasso y Dalí, quizás otras de las imágenes típicas de la comunidad sean la de los castellers, los castillos humanos que se organizan durante las fiestas patronales de las localidades; la sardana y su excelente gastronomía con sabor a ajo, perejil y aceite de oliva.