Su clima, su paisaje y su flora son típicamente mediterráneos; por eso no es de extrañar que el terreno sea tan fecundo y propicio para la existencia 120 tipos diferentes de flores silvestres. Dos importantes cadenas de montañas atraviesan el país de este a oeste, las llamadas Pentadáktilos, al norte, y Troodos, al sudoeste. El paisaje está lleno de contrastes entre la planicie central cubierta de viñedos, follajes de algarrobas y abundantes zonas de seductores olivos y platanales, las altas cumbres de vida silvestre y las extensas playas de los alrededores; todo esto convive con innumerables pueblos y aldeas que merecen la pena ser visitados. Poseen abundantes plantaciones de frutas y legumbres para satisfacer el gusto más exigente, como manzanas, peras, melones, sandías, ciruelas, higos, fresas, tomates, aguacates y zanahorias, por citar sólo algunas.