La comida rápida está por todas partes en Irlanda, desde los tradicionales “fish and chips” (pescado rebozado y patatas fritas) hasta nuevos locales llamados “Abrakebabra”. A pesar de ello, en esta ciudad las prisas todavía no han acabado con platos tradicionales irlandeses como “bacon & cabbage” (tocino y col), “Dublin coddle” (cocido hecho con salchichas, tocino, cebolla y patatas) e “irsh stew” (guiso de cordero, patatas y cebollas aderezado con perejil y tomillo y cocido a fuego lento). El pescado, sobre todo la trucha y el salmón, es de una gran calidad en Dublín, pero sus habitantes acabaron hartos de él, ya que al ser rigurosos católicos, no tenían más remedio que tomarlo a la fuerza todos los viernes.
El pan irlandés está delicioso y dentro de sus variedades encontramos el “barm brack” (pan tipo bizcocho) y el “soda bread” (pan con soda blanco o negro). Los postres que destacan son el “boxtys” (parecido a una crêpe rellena) y el “guiness cake” (pastel de frutas aderezado con cerveza Guiness).
Y en cuanto a bebidas se refiere, ni qué decir tiene, que es la cerveza la bebida irlandesa por excelencia. La marca favorita de los ciudadanos y la que cuenta con más fama internacional es la Guiness, que tiene su fábrica en el mismo Dublín. También tienen prestigio la Budweiser, Foster's o la Heineken.