A pesar de los grandes desiertos que cubren parte del territorio del país, los bosques ocupan cerca del 11 por ciento de la superficie, a la que hay que sumar la amplia vegetación que se encuentra en los grandes oasis. La fauna y la flora varía considerablemente según la región y el clima: en los bosques del norte se pueden ver robles, arces, hayas, fresnos y boj, mientras que las montañas están cubiertas de arbustos silvestres como el tragacanto, goma, rubia y añil. En las regiones templadas, en los márgenes del Kevir, se encuentran árboles de plátano, pino, olmo, ciprés y nogal, entre otro.
En cuanto a la fauna, ésta es muy variada: en las montañas habitan tigres, lobos, osos, ciervos, jabalíes, panteras, zorros, leopardos, chacales y liebres; los desiertos acogen distintos tipos de serpientes, asnos salvajes y cebras sin rayas (especie endémica de Irán), mientras que en las laderas de las montañas pueden verse gacelas, carneros, cabras y ovejas de monte. Las mesetas son propicias para la cría de ovejas, cabras, vacas, mulas, asnos, caballos, camellos y búfalos.
En cuanto a las aves, predominan los patos silvestres, ánsares, cigüeñas, grullas, codornices, gorriones, perdices, faisanes, palomas, urogallos, águilas, halcones, gavilanes, buitres y diversas especies de aves marinas.
El esturión, que produce el mejor caviar del mundo, es el pez más significativo del país.