Isfahán es una de las mejores y más bellas y ordenadas ciudades de Irán. Mucha gente la llama "la mitad del mundo" debido a su singularidad y grandeza. Es muy atractiva visualmente comparada a otras ciudades de Irán. Es un museo vivo de artesanos con su bazar histórico, atractivos puentes y mezquitas adornadas que hacen que sean de los lugares más maravillosos para disfrutar. Hay tantos lugares hermosos en Irán, pero Isfahan sin duda que ganara un lugar en los corazones de los turistas. Hay algo tan mágico y sublime en esta ciudad fascinante. Desde las piezas de mosaico intrincadamente pintadas de las mezquitas, el bullicioso bazar histórico hasta los pintorescos puentes y la plaza central, sin duda que será una experiencia hechizante durante el tiempo que se decida permanecer.

Estas son las atracciones más valiosas a los ojos de los turistas.

Plaza Naqsh-e Jahan: Conocida como Plaza del Imán, este lugar atractivo está situado en el centro de Isfahán, Irán. Es un lugar histórico importante y uno de los Sitios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Esta plaza de 160 metros de ancho y 560 metros de largo está rodeada de edificios de la época Safavi. Se puede ver la Mezquita del Imán en el lado sur de la calle. Hay algunos caballos con sus carruajes en los que se puede montar a caballo y que lo trasladara a uno al tiempo de la época Safavi como si uno fuera un rey sobre un caballo.

Mezquita Sheikh Lotfollah

A lo largo del lado oriental de la plaza Naqsh-e Jahan se encuentra la no menos inspiradora mezquita Sheikh Lotfollah. Terminada diez años antes que la más sustantiva Mezquita del Imán, Sheikh Lotfollah destaca por sus azulejos dorados y cremosos y sus complejos arabescos, por no mencionar la imponente cúpula central, fascinante tanto por dentro como por fuera. Inusualmente ausente de minaretes, la mezquita estaba originalmente destinada al uso privado de los miembros de la corte real, y fue diseñada por el jeque Bahai durante el reinado de Shah Abbas.

Dirección: Plaza Naqsh-e Jahan, Isfahán.

Palacio Ali Qapu

Frente a la mezquita de Sheikh Lotfollah se encuentra el imponente palacio Ali Qapu de seis pisos, una residencia real utilizada por el Shah Abbas para recibir a los dignatarios que visitaban la ciudad. Terminada a finales del siglo XVI, alberga varias pinturas y frescos, y la terraza con columnas ofrece unas vistas excepcionales de la plaza y sus mezquitas. Representado en el reverso de 20.000 billetes de Rial, el palacio es un tesoro nacional, aunque gran parte del edificio cayó en mal estado bajo las dinastías gobernantes posteriores. La sala de música del sexto piso es un punto culminante por las maravillosas formas recortadas en las paredes y el techo.

Dirección: Plaza Naqsh-e Jahan, Isfahán.

Palacio Chehel Sotun

Chehel Sotun, que significa "40 columnas", es otro palacio de la era Safavi que sobrevive y que ahora funciona como museo. Las veinte esbeltas columnas de madera de la fachada del palacio duplican en número cuando se reflejan en la larga fuente (de ahí su nombre), y están rodeadas de jardines bien mantenidos. El interior está lleno de magníficos frescos que representan escenas de la vida de la corte Safavi. Al visitar el lugar habrá que tener sumo cuidado con el bigotudo Shah Abbas, anfitrión de un fabuloso banquete real.

Dirección: Calle Ostandari, Isfahán

Gran Bazar

La entrada principal al Gran Bazar de Isfahán se encuentra en el borde norte de la plaza Naqsh-e Jahan, en lo que se llama el portal de Qeysarieh (es posible echar un vistazo a la pintoresca tienda de té que se encuentra en la escalera de la izquierda). El Bazar es una colección de callejones, caravasares y madrazas o antiguas escuelas islámicas, con agujeros de luz que salpican los techos altos y abovedados. La mayor parte del bazar se desarrolló en el frenesí de los edificios del siglo XVII de Shah Abbas, aunque algunas partes son mucho más antiguas. Desde chucherías turísticas hasta las alfombras persas más finas, este bazar lo tiene todo.

Dirección: Plaza Naqsh-e Jahan, Isfahán

Puente Si o Seh + Casa de Té

Si o Seh - que significa literalmente "33" - El puente es llamado así por sus 33 arcos que se extienden a través del río Zayandeh. Construido a finales del siglo XVII, el puente tiene una longitud de casi 300 metros, lo que lo convierte en el puente más largo de la ciudad. Hermosamente simétrico, y especialmente atmosférico cuando se ilumina por la noche, el puente de Si o Seh es uno de los puntos de referencia más reconocibles de Isfahán y un buen ejemplo de la construcción del puente Safavi. La casa de té adyacente es una de las pocas que quedan a lo largo del río y bien vale la pena visitarla.

Dirección: Al sur de la plaza Enghelab, Isfahán

Mezquita Jameh

La Mezquita Jameh, que data del siglo VIII, ha sido objeto de numerosas remodelaciones y renovaciones a lo largo de los siglos, lo que la convierte en una mezcla ecléctica de la arquitectura islámica, con contribuciones de los selyúcidas, mongoles y safavíes. Situado al norte del Gran Bazar, las dos cúpulas de ladrillo selyúcidas son sin duda el aspecto más célebre de la mezquita, aunque todo el complejo -repleto de azulejos y baldosas vidriadas y motivos ornamentales- llega a ser una delicia para la vista.

Dirección: Calle Majlesi, Isfahán

Catedral de Vank

A principios del siglo XVII, cientos de miles de armenios cristianos del noroeste de Irán fueron reasentados en Isfahán por Shah Abbas - la catedral de Vank es la más impresionante de sus lugares de culto construidos posteriormente. El exterior de la catedral es de ladrillo marrón amarillento. Por el contrario, en el interior hay frescos elaborados y coloridos, que contienen algunas representaciones inquietantes de los terrores del infierno. También hay un fascinante museo (que muestra el edicto original de Shah Abbas que estableció el nuevo barrio armenio) y un monumento en memoria del genocidio armenio.

Dirección: Jolfa, Isfahán

Templo Zoroastriano Ateshkadeh

Este templo de fuego zoroastriano de la era sasánida está situado en una ladera a pocos kilómetros al oeste de Isfahán. Una corta subida se verá recompensada con una excelente panorámica de la ciudad y del río, y los restos en ruinas son un conmovedor testimonio de la larga y turbulenta historia de Isfahán. Las escaladas matutinas son particularmente recomendables para uno o dos momentos de serena contemplación.

Dirección: Autopista Atashgah, al oeste de Isfahán.

Montaña de Sofeh

En las afueras de la ciudad se encuentra la montaña de Sofeh, una zona de extraordinaria belleza natural que promete aire puro y vistas espectaculares de la ciudad. Se puede llegar a su cima a través de una caminata (alrededor de una hora) o a través de una telecabina. El sitio es nevado durante el invierno pero abrasador en verano, Sofeh es un lugar excelente para la recreación al aire libre si se necesita un descanso de la ciudad.

Dirección: Autopista Sofeh, Isfahán.

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