Desde el arribo de Colón, la isla ha cambiado mucho. Cuando el descubridor llegó a Jamaica en el año de 1494, la bautizó como Isla de Santiago. Para entonces, quienes vivían en estos territorios eran los arawaks que desaparecieron después de 50 años de colonización, y más bien llegaron muchos hombres y mujeres de la costa oeste de África.
Presencia Inglesa
La colonización inglesa llegó después de 161 años de estancia española en el territorio. Los británicos desembarcaron 5.000 soldados y marineros en el puerto de Kingston y se enfrentaron durante tres años a las fuerzas de España, hasta que en 1655 tuvieron que cederle la isla. Los esclavos negros huyeron a las montañas como cimarrones, donde se hicieron fuertes por casi un siglo. Más tarde, España reconoce la soberanía británica sobre la isla de Santiago a cambio de que se frenara la piratería. Años más tarde, Jamaica se convierte en la colonia con la mayor producción de azúcar del mundo. Tal como sucedió en casi todas las demás colonias del imperio británico, la isla ha tenido su época de reivindicación nacional y obtuvo oficialmente la independencia el 6 de agosto de 1962.
La dominación inglesa propició la venida de chinos e hindúes; los judíos, por su parte, constituyen una comunidad pequeña pero influyente. Así fue como se creó esa característica multiracial que predomina no sólo en el aspecto físico de los jamaiquinos, sino en sus costumbres, sus comidas, su música y su cultura en general. De ahí que el lema nacional sea “out of many, one people” (de mucha gente, un solo pueblo).