Se sitúa a 86 kilómetros de Budapest y se la denomina la ?ciudad de las campanas? por la cantidad de campanarios y relojes que las hacen sonar. Suelen estar fabricadas en sonoro aluminio, más barato y ligero que el bronce.
Es la capital agrícola de Hungría en el centro de una sucesión de colinas cultivadas que se extienden entre el Danubio y el Tisza. Toda la ciudad rezuma un aroma a alb ... Se sitúa a 86 kilómetros de Budapest y se la denomina la ?ciudad de las campanas? por la cantidad de campanarios y relojes que las hacen sonar. Suelen estar fabricadas en sonoro aluminio, más barato y ligero que el bronce.
Es la capital agrícola de Hungría en el centro de una sucesión de colinas cultivadas que se extienden entre el Danubio y el Tisza. Toda la ciudad rezuma un aroma a albaricoque, cuyas plantaciones la rodean, y que dan origen al célebre barackpálinka, un fuerte aguardiente de albaricoque que se exporta a todo el mundo.
La ciudad estuvo protegida en la época de la dominación turca, aunque eso no la libró de la destrucción de muchos de sus monumentos. La reconstrucción comenzó a finales del siglo XIX y comienzos del XX con una mezcla del estilo típicamente húngaro y el modernismo o art nouveau, que imperaba en Europa en ese tiempo y que aquí se llamó Seccesión.
En los alrededores de la plaza Kossuth se encuentran los ejemplos más destacados, como el Ayuntamiento -Városháza- del arquitecto Ödön Lechner o el Palacio Cifra -Cifra Palota- de líneas onduladas que recuerdan un poco la obra de Gaudí y en el que se alberga la Galería de Arte Contemporáneo. Las dos antiguas sinagogas han sido reconvertidas en museos. En una está la Casa de la Tecnología y en la más pequeña se instaló el primer Museo de la Fotografía de Hungría. Posee 275.000 obras entre las que destacan las de algunos célebres fotógrafos húngaros como Moholy-Nagy, Kertész o Brassai.
En Kecskmét también se puede visitar la academia de música Zoltán Kodály. Este compositor nació en la ciudad en 1882 y junto con Béla Bartók sentó las bases de la música contemporánea en Hungría. El Instituto Zoltán Kodály perpetúa la memoria de este compositor.
No hay que dejar de probar las especialidades gastonómicas de la ciudad: hígado de oca asado o con salsa de ajo, pato asado y otras aves. Para bajar la comida, un b...+