Luarca era ya en la Edad Media un importante puerto comercial, donde se introducían productos de todo tipo y donde los balleneros se reunían. Alfonso X el Sabio otorgó a la Villa sus fueros y desde ese momento comienza un período de esplendor para la localidad y su población. Algunos de sus habitantes se marchan al Nuevo Mundo y regresan con importantes fortunas, muestra de ello son las mansiones de indianos que aún se conservan en la villa. Luarca ha sido la cuna y la residencia de célebres personajes de la historia cultural y social de España. Entre ellos destaca el Premio Nobel Severo Ochoa.