Mali cuenta con una población de 9.945.000 de habitantes cuya mayoría son musulmanes. Mali es el punto donde confluyen las distintas civilizaciones, además fue la cuna de los grandes Imperios medievales.
La mayoría de la gente vive al sur del Níger. Por encima del río se dispersan los diferentes rostros del desierto. Las aldeas de Mali varían de aspecto según la etnia que las habita. Las islamizadas son cerradas y laberínticas y se extienden en torno a la mezquita. Durante muchos siglos la cultura del Islam tuvo su foco en Tombuctú. Las animistas y las más o menos cristianas, mantienen sus habitáculos dispersos a la sombra de los baobabs, árboles muy aprovechados, por cierto.
En Mali habitan diversas etnias y grupos humanos. Entre los pueblos que viven en este país se encuentran los bereberes que ocupan la región sahariana, principalmente moros, en la frontera con Mauritania, y los tuareg en el centro. Son pueblos nómadas que se dedican a la ganadería, principalmente a la cría de ovejas, camellos y cabras.
Los Peul se dedican a la ganadería bovina y son sahelianos. Los Somono y Bozo practican la pesca y los Bámbara, el grupo mayoritario, Sarakole y Bobo, entre otros, se dedican a la agricultura.
Los dogones de Mali conservan una identidad ajena a cualquier frontera. Este pueblo, formado por unos 260.000 miembros, se extiende en torno a la Falla de Bandiágara, una roca arenisca, y es una comunidad autosuficiente. Tienen una lengua propia y una religión tradicional animista que conservan desde hace siglos. El jefe, hogón, y los ancianos se reúnen durante los consejos en la toguna o casa de la palabra, una estructura, que se sostiene sobre ocho pilares esculpidos, de construcción totalmente rústica. Cada sesenta años tiene lugar un relevo generacional, un nuevo ciclo que trae consigo diez días de fiesta, es el Sigui. Cada aldea importante organiza el suyo propio. Los iniciados,llamados olubaru son jóvenes adolescentes que perpetuarán las tradiciones de sus antepasados. Los últimos Sigui se dieron durante los años setenta.
En el Valle del Níger, un mosaico de misterio envuelve a las aldeas que se cuelgan de la meseta. En ellos desfilan danzas de máscaras, ritos de iniciación, reuniones en las casas de la palabra, culto a los muertos, fetichismo, magia, senderos prohibidos y bosques sagrados. Secretos y tabúes de un pueblo, cuyo universo lleno de símbolos está a punto de desaparecer por las invasiones occidentales.
La esperanza de vida en Mali es de unos 45 años, el número de personas por médico es de 22.130. La alfabetización de adultos alcanza un 10.