A lo largo de los siglos, Moscú ha desempeñado un relevante papel en la vida de todo el país. "Cada ruso contemplando Moscú siente que es la ciudad-madre" - decía León Tolstói.
Moscú es la cuna del Estado ruso. Con esta ciudad están ligados el surgimiento y el desarrollo de la nación rusa así como el destino histórico de todos los pueblos de Rusia. Moscú tiene ya 854 años. La primera mención de la ciudad que encontramos en los fastos data del año 1147- punto de referencia en la cronología de la ciudad. Pero existen datos que confirman que esta zona ya estuvo habitada tiempo atrás. Como muestran las investigaciones arqueológicas los asentamientos más antiguos existieron hace unos cinco milenios. En 1156 el príncipe Yuri Dolgorúki construyó en una empinada y boscosa colina que estaba cerca a la desembocadura del río Neglínnaya en el río Moscova una fortaleza de madera y un foso (por eso se le considera el fundador de la ciudad). Según una de las teorías el nombre de la ciudad proviene precisamente del nombre del río Moscova.
A comienzos del siglo XIII las huestes acaudilladas por el kan Batú (300.000 guerreros) invadieron las tierras rusas devastando e incendiando las ciudades y los poblados. Moscú les ofreció resistencia dura. En el invierno de 1237 la ciudad fue tomada y quemada por los invasores. Relativamente poco tiempo después, Moscú se repuso de aquel asalto brutal consumado por los tártaro-mongoles y en la segunda mitad del siglo XIII ya era el centro del principado de Moscú, era independiente y rodeado de otras tierras rusas. Tenía su posición ventajosa en el centro del enorme territorio donde se venía formando la etnia rusa y se cruzaban las vías de comercio fluviales y terrestres. El río Moscova y sus afluentes eran unas vías muy importantes de comunicación. Por esas vías hacia Oriente y Occidente transitaban barcos de los comerciantes cargados de pieles, curtidos, tejidos, cereales, cera, miel y otras mercancías.
Moscú desempeñó un papel muy importante en la unificación de las tierras rusas en un estado único y en el derrocamiento del yugo tártaro-mongol. Con la formación del estado centralizado (finales del s. XV) Moscú se convierte en un centro político, económico y comercial. Se desarrollan ampliamente tales oficios como armería, herrería, fundición, joyería, repujado, alfarería, curtido de pieles y se construyen tejares.
Ya en el siglo XV Moscú fue el centro de la cultura rusa nacional. En la ciudad se crean códices, magníficas obras de literatura, pintura y arquitectura. A mediados del siglo XVI en Moscú aparece la imprenta.
Más de una vez Moscú tuvo que enfrentarse con los invasores extranjeros. En 1612 las milicias populares acaudilladas por el príncipe Dmitri Pozharski y el alcalde Kuzmá Minin expulsaron de Moscú a los conquistadores polacos y sus mercenarios extranjeros.
En 1712 el zar Pedro el Grande traslada la capital del Estado Ruso a San Petersburgo. Moscú deja de ser capital pero sigue siendo su corazón y emporio político, económico y cultural. En 1687 en Moscú se inaugura la Academia Eslavo- Griego- Latina (primer centro de enseñanza superior en Rusia). En 1702 fue organizado el primer teatro público y en 1703 empezaron a editar el primer periódico Védomosti. Un acontecimiento importantísimo pasó en 1755 cuando fue fundada la primera universidad rusa que hoy lleva el nombre del famoso científico Lomonósov.
A Moscú le tocó desempeñar un relevante papel en la Guerra Patria de 1812. Fue la guerra de liberación contra las tropas del emperador francés Napoleón Bonaparte. Según el designio de Napoleón la toma de Moscú tenía importancia decisiva en toda la campaña emprendida contra Rusia. "Si tomo Kíev atrapo a Rusia por las piernas, si me adueño de San Petersburgo la inmovilizo por la cabeza, pero tomando Moscú le lacero el corazón" - decía el emperador. En el campo de Borodinó cerca de Moscú las tropas rusas asestaron al ejército de Napoleón un golpe importante del cual éste ya no pudo reponerse. En vista de las enormes pérdidas y con el fin de salvar al ejército ruso, se tomó la decisión de rendir a Moscú. La población civil también la abandonó. De los 275.000 habitantes se quedaron en la ciudad sólo 10.000. Se recrudeció la guerrilla y los invasores se quedaron sin vituallas y forraje. Toda la ciudad estaba envuelta en llamas. La permanencia en Moscú le costó a Napoleón 70.000 soldados y oficiales. Según notó uno de los contemporáneos, Napoleón empezó a dejarse cautivar por Moscú, luego la cautivó él mismo y al fin acabó por sufrir su propio cautiverio. El ejército francés 39 días después de entrar en la ciudad la abandonó precipitadamente.
La Moscú del siglo XIX fue el centro más importante de la cultura rusa. Con esta ciudad tuvo relación la obra creativa de los poetas y escritores rusos tales como Alexander Pushkin, Mijail Lérmontov, Nokolái Gógol, León Tolstoi, Antón Chéjov, Máximo Gorki y de compositores Piotr Chaikovski, Serguéi Rajmáninov, Alexander Skriábin, del cantante Feódor Shaliapin.
