Munich, comparada con otras importantes ciudades europeas, es una ciudad joven. Muy cerca del lugar colonizado por monjes "Munichen", en 1158, el duque Enrique de León de Brunswick mandó construir sobre el río Isar un puente de madera. La razón fue que había incendiado el puente de Obispo de Freisin algo más río abajo. De esta forma el tráfico de sal tuvo que ser desviado y, pronto, alrededor del puente creció una próspera comunidad de güelfos. En 1180, se instaló aquí la corte de la dinastía de los Wittelbach y la convirtió durante un corto tiempo en capital del Imperio alemán. Los Wittlebach fueron los que aportaron los primeros fondos para las colecciones de arte que hoy se pueden apreciar en Munich.
La ciudad fue cambiando de aspecto a través de los siglos. Fue asolada por incendios y numerosas epidemias diezmaron la población y construida y embellecida de nuevo. En el siglo XIV residió aquí el emperador Luis el Bávaro, en 1806, Napoleón la convirtió en real Corte, en 1740 aquí se bailó el primer vals del mundo entero. En 1874 se inventó el frigorífico y en 1882 fue instalada la primera conducción eléctrica de todo el mundo.
Actualmente es una ciudad de 1.3 millones de habitantes. Sigue siendo la ciudad de investigadores y artistas. Después de Nueva York, Munich es la ciudad que alberga más editoriales del mundo mientras que en Geiselgasteig se encuentra uno de los estudios cinematográficos más grandes de Europa. Cuenta con 70 teatros, 50 museos, 25 ferias y diez centros de enseñanza superior. Ha sido bautizada con títulos de "Aldea millonaria", "Cosmópoli con corazón", y "Roma alemana."