Durante mucho tiempo la cocina noruega sólo satisfacía las necesidades básicas y no gozaba de prestigio mundial. Pero, los tiempos han cambiado y los jefes de cocina noruegos ganan premios por todo el mundo. La base sigue siendo noruega, y no es difícil aprovechar los excelentes productos domésticos como el pescado de las aguas vírgenes, la carne de alce o los deliciosos postres. A esto se añade el buen gusto en la presentación. Los restaurantes de Oslo ofrecen una gran variedad y muy buena calidad.