Capital Vikinga
Los primeros asentamientos en la cima del fiordo de Oslo se deben a los vikingos. En el siglo VII fundaron aquí un pequeño pueblo que pronto desarrolló una actividad comercial importante. A parte de agricultura, se dedicaban a construir barcos y desarrollar el comercio. Así Oslo se ganó el título de la capital vikinga.
Pero este asentamiento no se desarrolló en ciudad hasta el siglo XI. La saga cuenta que la ciudad fue fundada por el rey Harald Hardrade en 1050, en una época muy conflictiva puesto que se terminaban los tiempos vikingos y la Iglesia Católica tomaba el terreno.
Edad Media
La Edad Media fue un período muy difícil para Noruega. La población fue diezmada por la plaga de 1348 lo que tuvo, entre otras, consecuencias políticas. Rápidamente, Noruega se había convertido en una provincia de Dinamarca. Oslo dejó de ser capital y el título, naturalmente, pasó a Copenhague.
La reforma de 1537 trajo consigo grandes conflictos y luchas. El estado se separó de la iglesia católica y se fundó la Iglesia Nacional Protestante. Muchas ruinas de iglesias y monasterios, como Cistersienserklosteret en Hovedoya, son testimonio de estos acontecimientos.
Un gran incendio
En 1624, Oslo fue completamente destruida por un gran incendio. La leyenda cuenta que el fuego fue provocado deliberadamente por cuatro brujas. Como suele ocurrir, la ciudad se vio renovada y embellecida después de la desgracia. El rey Christian IV de Dinamarca y Noruega trasladó la ciudad de lo que hoy es casco viejo a un sitio más resguardado, al pie de Akershusfestning. La nueva ciudad construida en el espíritu renacentista, obtuvo también un nuevo nombre, Christiania (1624).
Independencia
En 1814, Noruega se unió a Suecia y Cristiania vivió una gran expansión política y económica que continuó hasta la disolución de la unión y la independencia de Noruega en 1905. En 1924 cuando Cristiania celebraba su tricentésimo aniversario, se tomó la decisión de restablecer su nombre original, Oslo. La fecha oficial es el 1 de enero de 1925.