Aunque es uno de los países europeos más pequeños, la República Checa está considerada como una joya histórica. Este país cuenta con una arquitectura impresionante, castillos que parecen sacados de un cuento de hadas y ciudades medievales que revelan una historia vibrante y colorida que es diversa pero unificadora. Su capital, Praga, se ha transformado en un destino europeo cosmopolita, a la vez que honra una historia política y turbulenta que ha definido a esta nación.
El mejor tiempo para visitar la República Checa:
Abril, mayo, septiembre y octubre tendrán un clima templado y menos turistas que en otras épocas, pero muchos museos, galerías y castillos fuera de Praga sólo están abiertos durante la temporada alta: el verano, cuando las multitudes y la humedad pueden sentirse insoportables. Julio y agosto, junto con Semana Santa y Navidad/Año Nuevo, son los meses en los que los extranjeros y los residentes suelen solicitar servicios de alojamiento y transporte, especialmente en Praga y en las estaciones de montaña. El invierno puede ser muy frío, lo que es ideal para esquiar, pero no tan agradable para hacer turismo todos los días.
Visas:
Los nacionales de todos los países que forman parte de la Unión Europea(entre ellos: España) pueden visitar la República Checa hasta 90 días, sin visado; los ciudadanos de otros países como Reino Unido y de la República de Irlanda pueden permanecer hasta 180 días; y los titulares de pasaportes de EE.UU. y Canadá pueden permanecer hasta 30 días. Los nacionales de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y muchos otros países deben obtener un visado, que es válido para una estancia de entre 30 y 90 días, dependiendo de su nacionalidad.
Moneda:
La moneda oficial de la República Checa es la corona checa. Aunque es miembro de la Unión Europea, la República Checa todavía no ha adoptado el euro.
Los productos se pueden encontrar a precios mucho más económicos, y el uso de la moneda local para cualquier cosa, desde gastos de viaje hasta chucherías, le ahorrará dinero.
Idioma:
El único idioma oficial de la República Checa es el checo, el cual era conocido como "bohemio", anteriormente.
El 96% de la población habla checo y el resto habla alemán y ruso. Pero, los dos últimos son generalmente hablados por las generaciones más viejas.
El eslovaco y el checo cuentan con una gran cercanía lingüística, lo que significa que los hablantes pueden entender bastante bien el idioma del otro.
El inglés es bastante importante en las grandes ciudades, pero a medida que uno se desplaza por el ambiente rural cada vez menos personas lo llegan a hablar. Probablemente llegue a necesitar una aplicación de traducción para entender los signos y las indicaciones. Pero, para reuniones más formales, se recomienda un traductor.
No espere una sonrisa:
Sonreír es común cuando se trata de mantener un comportamiento y conexión amistosa. A los checos no les gusta sonreír, y a menudo pueden parecer fríos o no amistosos. Y si bien no es el caso, usted siga sonriendo, pero no se moleste si no siente una reacción reciproca de la otra persona.
Telefonía:
La mejor manera de mantenerse conectado en Europa es comprar un teléfono móvil GSM barato y desbloqueado, e insertar una tarjeta SIM de la ciudad o país que está visitando. Estos se pueden encontrar en los principales aeropuertos y en cualquier tienda de conveniencia cercana.
Se recomienda antes de viajar a Republica Checa, contactar con su proveedor de telefonía móvil y avisar con antelación de su visita a este país para evitar contratiempos de cobertura de red. Vodafone es el mayor y más popular proveedor de tarjetas SIM en Europa, y O2 es el más popular en la República Checa. Los precios pueden variar dependiendo del plan y de la cantidad de datos incluidos.
Internet:
Se puede acceder fácilmente a la conexión Wifi pública en cafeterías, hoteles y otros lugares como restaurantes y lugares públicos. La cobertura está bien desarrollada al igual que otras naciones tecnológicamente desarrolladas.
Seguridad:
La delincuencia violenta es muy baja en la República Checa, y es un país perfectamente seguro para alguien caminar solo hasta altas horas de la noche, siempre y cuando se tengan en cuenta las normas básicas de seguridad. Praga nunca duerme realmente, y podrá encontrar gente que anda caminando después de medianoche, sin importar el frío. Sin embargo, usted debe estar atento a los carteristas cuando viaja en transporte público.
Un último consejo importante: no marque taxis en la calle a menos que vea el nombre de la compañía y un número de teléfono impreso en el costado, ya que esto suele ser un buen indicador de que puede confiar en que su medidor funcione como debería.
La marihuana entre otras drogas son ilegales en la República Checa, por lo que para evitar problemas con la policía se recomienda evitarla.