Los checos son gente amable, abierta y muy comunicativa. Por supuesto, es más fácil relacionarse con ellos si conoce un poco su idioma, al menos expresiones básicas, pero si no es así el lenguaje universal de la mímica será suficiente ya que ponen mucho interés en comprender y ayudar a los visitantes. El idioma alemán está bastante extendido y, en los últimos tiempos, aumenta el número de los que saben hablar inglés
En los hoteles predomina un ambiente internacional que proporciona todas las comodidades a sus clientes por lo que para conocer la auténtica vida del país lo mejor es salir a la calle y mezclarse con los checos en su ambiente. Las cervecerías son un entorno inmejorable para ello ya que son muy aficionados a la cerveza y cualquier hora del día es buena para relacionarse con ellos en el ambiente bullicioso y acogedor de una "pivnice" o una "hospoda". Otra forma de mezclarse con la gente es utilizar el magnífico transporte público de la ciudad, que sus habitantes usan habitualmente, o tomar un tren de cercanías y recorrer lentamente el bello paisaje arbolado de Bohemia.
Varias agencias de viajes organizan fiestas para extranjeros en las que se puede saborear la vida nocturna en la capital checa. Normalmente consisten en una cena elaborada con auténticos productos del país y amenizada con bandas de música cuyos componentes visten trajes regionales. También son muy divertidos los concursos de vinos y los bailes populares. Existe la posibilidad de realizar un pequeño crucero a bordo de un barco contemplando la romántica vista nocturna de Praga mientras se saborean la repostería y la cerveza locales
Aunque se puede adquirir material fotográfico en la República Checa es aconsejable llevarlo desde el país de origen. Los precios de los films, de las principales marcas internacionales, son muy similares a la de otros países de Europa
El material fotográfico se puede adquirir en cualquier tienda turística y cualquier centro comercial
No deben tomarse fotografías en aquellos lugares en los que está expresamente prohibido, generalmente en el interior de determinados monumentos históricos