La naturaleza de las Seychelles es sencillamente increíble, sólo por este motivo merece la pena visitarlas. Tanto la flora como la fauna ofrecen una gran variedad y en este entorno se pueden encontrar especies únicas en el mundo, algunas en peligro de extinción o totalmente desaparecidas en otros lugares del mundo.
Fauna
Uno de los animales emblemáticos de las Seychelles es la tortuga terrestre gigante, un reptil que sólo habita en estas islas y en las Islas Galápagos. En la Isla Bird se pueden admirar más de un millón y medio de pájaros que compiten en fama con la gran tortuga gigante “Esmeralda” que tiene más de 150 años. Otros reptiles típicos son el camaleón, las pequeñas serpientes no venenosas y las salamanquesas verdes. Es fácil encontrar murciélagos y ciempiés de más de 30 centímetros de largo.
Las aves son el verdadero tesoro de la fauna de las Seychelles. Varias especies en peligro de extinción viven aquí. Además, existen 50 especies endémicas de estas islas. Destacan el papagayo negro, la curruca de los matorrales, el mirlo de las Seychelles, el toc-toc, la paloma azul de cresta escarlata, el bulbul, la paloma de la fruta, el Magpic-Robin y el último pájaro no volador del Índico, el Dyyolimnas cuvieri aldabranus.
La fauna marina es también impresionante, se han catalogado más de 300 especies de peces y 2.500 tipos de coral. Las especies más abundantes son el atún, las barracudas, los dorados, los peces vela y los marlines.
Flora
La flora tiene como máximos exponentes las seis variedades de palmeras entre las que destaca el Coco de Mar que recibe este nombre porque, según la leyenda, estos árboles nacían en el fondo del mar. Los granos de este exótico árbol alcanzan un peso que oscila entre los 10 y los 20 kilos y son uno de los símbolos de las islas. Abundan también los cocoteros, bambúes, mangos, árboles de pan, dragos, gardenias de Wright, takamakas, lianas jarra de agua y la curiosa planta medusa. En total se han contabilizado 250 especies de plantas de las que 75 son endémicas.