Siria posee una historia que se remonta a tiempos muy antiguos, desde los arameos y asirios, marcada fuertemente por la influencia y la rivalidad de Mesopotamia y Egipto. Tras haber sido ocupada por los persas, Siria fue conquistada por Alejandro Magno. En la época helenística pasó a ser centro del reino de los Seleúcidas y se convirtió en provincia romana en el siglo I antes de Cristo. Se desarrollaron allí grandes ciudades, entre ellas la mítica Palmira, una de las más originales y descanso de caravanas.
Con el auge del Islam, Siria fue uno de los focos más brillantes de la civilización árabe, sobre todo en la época del Califato Omeya Damasco, 660-750 y de la Dinastía de los Hamdaníes Alepo, 944-1003. Sin embargo, por su situación, fue objeto de la codicia extranjera que condujo al parcelamiento del país. Los cruzados se establecieron en ella durante algún tiempo y construyeron importantes fortificaciones, como el Crac de los Caballeros. Finalmente, en 1516, Siria pasó a formar parte del Imperio otomano. Turca hasta 1918, fue dividida entonces en dos partes: una bajo mandato francés, que comprendía la Siria y el Líbano actuales; la otra bajo mandato británico, integrada por Palestina, Transjordania en la actualidad Israel y Jordania e Iraq.
Siria Después de la Independencia Consiguió la independencia en 1946. Sufrió una guerra infortunada con Israel 1948 y numerosos golpes de Estado militares. En 1958 se unió a Egipto para formar la República Árabe Unida (R.A.U.), de la que se separó después del levantamiento militar del 28 de septiembre de 1961; entonces se convirtió en República de Siria y, tras la toma del poder en 1963 por el partido Baas, socialista y nacionalista, que emprendió una serie de profundas reformas sociales y económicas, quedó constituida como República Popular de Siria en 1964.
En 1966 se alía de nuevo con Egipto, sufriendo la agresión de Israel. El país se vio envuelto en la guerra de los seis días en 1967 y más tarde ataca a Israel en 1973 en la llamada Guerra del Yom Kippur. En mayo de 1974 se acordó la retirada de las tropas. Intervino en la defensa de Líbano en 1978. Siria es partidaria de la causa Palestina, mostrándose reacia en 1977 a las negociaciones egipcio-israelíes, que tuvieron lugar tras el viaje de Sadat a Jerusalén. Las negociaciones emprendidas en 1979 con Iraq, encaminadas a una fusión de ambos países, no prosperaron aquel mismo año se rompieron las relaciones entre ambos Estados debido a la implicación del Baass iraquí en un atentado en Damasco. En 1980 se produjo un nuevo intento, también fallido, de unión, esta vez con Libia.
Los Acontecimientos Recientes de Siria El conjunto de comunidades étnicas y religiosas que constituyen el país, tanto musulmanas como cristianas, así como el resurgimiento del integrismo islámico, han creado situaciones difíciles al presidente al-Asad, de orientación laica y socialista. No obstante fue reelegido en 1980 como secretario general del Baass, lo que reforzó notoriamente su poder. En 1980, un tratado de cooperación con la URSS asignó a al-Asad el papel de representante de los intereses soviéticos en el área y le permitió contar con sofisticado armamento de origen soviético. Al mismo tiempo, con el creciente deterioro de las relaciones con Israel, Siria tutela militarmente el norte del Líbano, donde ha sostenido encuentros con las fuerzas de Israel y se ha opuesto a las fuerzas estadounidenses de interposición. Siria se ha caracterizado en el Líbano por su oposición a todos los planes de paz de Estados Unidos para Oriente Medio, protege desde Damasco a las fracciones de la OLP opuestas a Arafat, y en cuanto al Líbano la figura de al-Asad aparecía a comienzos de 1986 como la del inevitable mediador para cualquier solución de fondo en los asuntos político-religiosos de aquel país. En 1992 fue elegido de nuevo. Tras la Guerra del Golfo en la que se opuso a Iraq, y después de su participación en el proceso de paz Madrid 1991, Siria mantiene una buena reputación en el mundo. Siria es una República Socialista Democrática con un presidente elegido por plebiscito durante 7 años y un primer ministro nombrado por el presidente. La Asamblea Legislativa cuenta con 250 miembros elegidos cada 4 años.