La costa somalí formó en su tiempo parte de la extensa red árabe de comercio por el Océano Indico. Su prosperidad se vio truncada cuando los portugueses descubrieron la Ruta a la India a través del Cabo de Buena Esperanza.
A principios del siglo XX, a Somalia se la repartían Italianos - que controlaban el sur - e Ingleses, que dominaban el norte. Las dos partes se unieron cuando Somalia obtuvo su independencia en 1960. Nueve años después, un golpe de estado dio el poder a Mohamed Siad Barre, que instauró un radical sistema socialista, lo que le ganó la amistad de Moscú, aunque sólo hasta finales de los 70, cuando Barre descubrió que la antigua URSS también armaba s su vecino y enemigo, Etiopía.
Contrariamente a lo que sucede en otros países de la región, los somalíes pertenecen todos a la misma tribu, aunque repartidos en diferentes clanes. Este hecho diferencial hace que la historia somalí de los últimos años se reduzca a la lucha de los diferentes clanes por obtener más influencia en el gobierno del país.
Las luchas internas y el vacío de poder obligaron a las fuerzas de la ONU a intervenir en 1992, aunque el resultado no fue lo satisfactorio que se esperaba, retirándose las tropas en 1994 tras haberse logrado una precaria paz y haberse instalado un gobierno interino.
Las luchas continúan, sigue sin haber un gobierno reconocido y, lo que es peor, no se vislumbra la posible solución en un futuro cercano.