El rasgo más característico del agradable paisaje de Taiwán es la cordillera central que discurre a lo largo del eje norte-sur de la isla. La isla puede dividirse n cinco grandes zonas geográficas: cordillera central, montañas volcánicas, estribaciones, mesetas, llanuras y depresiones costeras.
A pesar de su reducido tamaño, Taiwán cuenta con una gran riqueza y diversidad biológica y geológica. Gracias a su posición y privilegiado clima de tipo tropical, la flora y la fauna de la isla son de gran interés. Para quienes gustan de la observación de aves, Taiwán se descubre como un paraíso especialmente en los meses del otoño, cuando las aves migratorias, procedentes algunas de Siberia, se detienen en su viaje en la isla. Taiwán ofrece también oportunidades para la observación de mariposas, con más de 400 especies diferentes.
En cuanto a vida marina, las variedades son casi infinitas. Por otro lado, no hay que olvidar los bellos arrecifes de coral, especialmente en las costas de Kenting. Los mamíferos tienen a su mejor representantes en el oso negro sólo en el Parque Nacional Yu Shan habitan cerca de 100 animales de esta especie.