Varsovia es una de las capitales más jóvenes de Europa. Aunque sus primeros asentamientos son del siglo X no es hasta finales del siglo XIII cuando se funda la denominada ciudad vieja. A principios del siglo XV se traslada la corte a Varsovia, lo que motivó el crecimiento de la ciudad. A pesar de que también se trasladara el Parlamento a esta ciudad, la capital del país continuaría siendo Cracovia hasta finales del siglo XVI, cuando el rey Segismundo III Vasa establece definitivamente aquí su residencia.
Durante el siglo XVII la ciudad crece y se llena de bellas iglesias y palacios. Un desarrollo que duró hasta finales del siglo XVIII, cuando es ocupada por Prusia y Rusia sucesivamente. Después de la I Guerra Mundial vuelve a convertirse en una de las grandes ciudades de Europa.
Durante la II Guerra Mundial los nazis destruyen casi toda la ciudad y 700.000 habitantes fueron asesinados o desplazados durante la contienda. Los años de la guerra supusieron un largo calvario para la ciudad, en los que miembros de la Resistencia fueron fusilados a millares y el gueto judío prácticamente exterminado. Tras 1945 se restauraron sus monumentos históricos y la ciudad fue posteriormente declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.