Situado en pleno casco antiguo de Gdansk, el Radisson Blu Hotel combina el encanto de un histórico edificio gótico con la modernidad de sus interiores. El hotel es perfecto para parejas, familias y clientes en viaje de negocios que buscan un alojamiento de lujo cerca del Mar Báltico. Las elegantes habitaciones ofrecen unas impresionantes vistas a la ciudad. El hotel también dispone de dos grandes salas de conferencias para reuniones de negocios y una sala de baile de 165 m2 para bodas y eventos especiales. También cuenta con un gimnasio con sauna y baño turco. El restaurante, galardonado con el premio Verres en Vers, ofrece deliciosas platos de la cocina francesa y una amplia selección de vinos. Cada mañana, los huéspedes pueden disfrutar de un desayuno tipo bufet en el restaurante. El bar Sure es un buen lugar para tomar una copa con colegas o amigos.