Tiene una personalidad acogedora y se encuentra en una tradicional villa rica en cultura, llena de historia y tradición. Con un estilo arquitectónico del siglo XIX, es una extensa propiedad comprometida con el desarrollo sustentable y el cuidado del ambiente, y gran parte de su territorio son reservas naturales. En el restaurante del hotel, que ofrece unas impresionantes vistas a la selva. Se prepara cocina de Costa Rica a partir de productos orgánicos de cosecha propia. El encantador bar del vestíbulo dispone de sofás y chimenea.