Este cómodo hotel es un lugar sensacional para descansar, relajarse y explorar la zona gracias a su excelente ubicación en la isla de Palanga, al otro lado de la estrecha bahía situada entre la ciudad de Tagbilaran y la isla de Bohol. Las famosas Colinas de Chocolate se encuentran a 1 hora en coche, mientras que la zona de conservación del tarsero filipino se halla a media hora. El hotel ofrece un gran abanico de rutas para visitar cuevas, hacer cruceros por el río Loboc y avistar animales como ballenas, delfines, pitones y tarseros. Sus acogedoras y luminosas habitaciones cuentan con un mobiliario sencillo, aire acondicionado y acceso a Internet de alta velocidad gratuito. El restaurante del hotel sirve platos occidentales y cocina filipina con excelentes vistas de la bahía de Tagbilaran, mientras que el bar con karaoke es un lugar informal para relajarse con una bebida después de un día de vacaciones ajetreado y repleto de aventuras en una isla emocionante y exótica.