La historia de esta ciudad, cuna de la civilización occidental, se remonta al año 2.000 antes de Cristo, cuando llegaron los primeros pobladores, aunque no fue hasta el 1.500 a. C. cuando se empezó a fortificar la zona de la Acrópolis y hasta el siglo XVI cuando tiene estructuras sociales perfectamente formadas. En aquella época la monarquía era la forma de gobierno, donde un rey recibía un poder limitado de Zeus. Poco después se pasa a la oligarquía, donde el poder pasaría a manos de una serie de privilegiados y ociosos nobles. De la oligarquía se pasó a la timocracia, para acabar en la tiranía, que Clístenes daría por finalizada con una primera Constitución democrática. El período más brillante de su historia es la época clásica, el siglo V, conocida como el Siglo de Oro.
Atenas emergió como potencia creciente en el siglo VI a. C. Después llegó la época de Pericles, en la que Atenas se convirtió en un gran centro artístico, comercial e industrial. Con la expansión macedónica, la ciudad experimentó un ligero retroceso, aunque siguió siendo un gran centro cultural. En la era helenística las grandes monarquías que surgieron la ensombrecieron de alguna manera, y la ciudad comenzó a vivir del pasado. Empezó a ser una ciudad - museo, más que un organismo vivo. Fue víctima de varios saqueos en diferentes épocas y entró en la era bizantina despojada de mucha de su gloria. No la benefició tampoco el edicto del emperador Justiniano, que prohibía estudiar filosofía en Atenas (529), ni las conquistas sucesivas que asolaron a la ciudad hasta la dominación turca. En este periodo otomano se produjo una nueva expansión, seguida no obstante de algunos retrocesos. Atenas resurgió de sus cenizas tras la independencia, elevándose como capital del nuevo Estado en el año 1833. La nueva ciudad se construye sobre montones de ruinas y durante el siglo XIX se llena de mansiones y edificios públicos de mármol. En la actualidad está salpicada de edifiios neoclásicos como la Academia, la Universidad, la Sociedad Arqueológica, el Hospital Oftalmológico, el Palacio Real y la Catedral de Atenas, entre otros. En la actualidad, es una ciudad moderna, viva, luminosa, cuyos emplazamientos arqueológicos conviven en armonía con la nueva ciudad que guarda también bellezas inesperadas.