La Platía Omonías, o Plaza de la Concordia, se ha convertido en los últimos años en una de las zonas más desprestigiadas de la ciudad de Atenas, por ello se recomienda a los visitantes que tengan cuidado al pasar por allí. En la calle Athinás, a pocos minutos de la plaza, se encuentra la Platía Kotziá (Plaza del Ayuntamiento). En ella se levanta el Dimarhío o Ayuntamiento, cuyo edificio de estilo neoclásico data del año 1874.
También en las cercanías de la plaza se encuentra el Banco Nacional de Grecia, cuya construcción es del año 2002. Durante las obras se encontraron restos arqueológicos de la vía de Aharnés, pudiendo contemplarse dichos restos gracias a unos cristales en el suelo. Es algo común en Atenas que aparezcan restos de hace siglos en cuanto se excava un poco. Este Banco Nacional está situado entre las calles Eolou y Sofokleous, donde antes estaba la sede de la Bolsa de Atenas.

También en la calle Athinás se encuentra también merece la pena visitar el Mercado Central Barbakios, ubicado en un edificio del siglo XIX. El nombre en griego es Kentriki Agorá (Mercado Central) pero se le conoce como Barbakios Agorá. En él se puede encontrar carne, pescado, marisco, frutas, verduras y especias de todo tipo. Durante la noche los griegos acuden a este lugar para consumir los “pachás”, un plato similar a los callos que suele tomarse de noche para acompañar la bebida alcohólica. Debido a lo peligroso de la zona, hay que recordar a los viajeros que tomen precauciones si salen de noche por aquí.
En esta zona podrán también visitar la iglesia bizantina de Agios Ioannis Kolona (San Juan de la Columna), que data del siglo XII. Recibe este nombre porque en ella hay una columna de época romana que según la tradición tiene poderes curativos. Los fieles realizan muchas ofrendas a San Juan Bautista pidiendo su intercesión, las cuales se pueden ver en la iglesia.

De la Plaza Omonia sale la calle Agiou Konstantinou, donde podemos contemplar el Ethnikó Theatro (Teatro Nacional en griego), que procede de los últimos años del siglo XIX y tiene una capacidad para más de 1000 espectadores. Esta obra está inspirada en el Teatro Nacional de Viena y su construcción fue posible gracias al dinero que aportaron los emigrantes griegos en el extranjero. Frente a este teatro se levanta la iglesia de San Constantino, que da nombre a la calle y se construyó entre los años 1871 y 1896, combinando estilos neoclásico y renacentista.