El Nuevo Museo de la Acrópolis se encuentra en Dionisiou Areopagitou, al lado del Teatro de Dionisio y de la boca de metro de Acrópolis. Se puede visitar de martes a domingo, de 8:00 a 20:00 h; los viernes hasta las 22:00 h; los lunes está cerrado. Este museo fue abierto en el año 2009 tras varios retrasos, ya que durante el proceso de construcción aparecieron nuevos restos arqueológicos de la ciudad clásica. Estos restos se pueden observar en el museo gracias a un suelo de cristal que se instaló con ese propósito.

Este edificio se encuentra a unos 300 metros de la Acrópolis y está construido con hormigón, aluminio y cristal, para aprovechar el máximo posible la luz solar, lo cual hace que la experiencia varíe mucho según la hora del día en que se visite. Se trata de un museo moderno, acorde con el siglo XXI, y guarda en su interior obras y fragmentos de los templos de la Acrópolis, tales como los Propileos, el templo de Atenea Niké y el Erecteion.
Los restos de la época micénica y del periodo geométrico se pueden contemplar en el primer piso, junto con obras de la época clásica e incluso de los primeros años del cristianismo. Las Cariátides originales se encuentran aquí, por ejemplo, para protegerlas de la contaminación (las que se pueden observar en el Erecteion son copias). También está aquí el Moscóforo, escultura del siglo VI a. C. que representa a un joven con un ternero a hombros para hacer un sacrificio a los dioses; una cabeza de Alejandro Magno (siglo IV a. C.); la kore de Antínoros, que mide dos metros de alto y es del 525 a. C.; y otras korés arcaicas, de las que es muy interesante contemplar lo detallado de sus peinados y vestidos.

En la sala dedicada al Partenón, que se encuentra en la parte alta del museo, es posible ver los frisos, metopas y frontones del templo, que son obra del escultor Fidias, y en los que aparece representada la procesión de las Panateneas y algunos dioses olímpicos. En las metopas aparecen representadas la centauromaquia, la gigantomaquia y la lucha con las amazonas. Unas cuarenta de estas metopas se destruyeron durante el bombardeo de 1687; quince están en el Britihs Museum y el resto se encuentran en el templo mismo. Esto es así porque a principios del siglo XIX el embajador inglés, Lord Elgin, se llevó varios mármoles del Partenón y una cariátide al Reino Unido; los griegos siguen esperando que les sean devueltos.