Se cree que la antigua ciudad de Taurisia fue un primitivo asentamiento Celta, pero aún no ha sido demostrado. Como el resto del norte de Italia, esta tierra fue ocupada por los romanos, los lombardos y los francos. Turín se convirtió en el 1574 en la capital de la Casa de Saboya. Su dinastía anexionó Cerdeña a sus territorios en el año 1720, pero Napoleón puso punto final a su poder cuando ocupó Turín en el año 1798. La ciudad fue también ocupada por los austriacos y los rusos antes de que Vitttorio Emanuele I restaurara la Casa de Saboya y entrara en Rurín en el año 1814. Sin embargo, Austria volvió a recuperar su poder en el noreste de Italia hasta su unificación. Durante la Primera Guerra Mundial fue el principal centro de producción industrial. Hoy en día, es la segunda ciudad industrial más importante y grande de Italia, después de Milán.