Con alrededor de 7 millones y medio de habitantes, Bolivia es considerado como un país superpoblado.
Casi el 70% de los bolivianos vive en el Altiplano y es que los indígenas están muy acostumbrados a las tierras altas y temen por su salud si descienden a otros lugares. Entre el 60 y 65% de la población es indígena mientras que un 35% de ella es mestizas y un insignificante 1% de raza negra, descendientes de esclavos. En el país habitan más de 30 diferentes grupos étnicos, siendo los más numerosos los quechuas, aymarás y los tupí guaraníes.
El español es hablado principalmente en las ciudades (Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Cinti y Chichas) y en el Oriente.
Los bolivianos son profundamente católicos, aunque existe libertad de culto. El folklore es uno de los más originales de América del Sur, fruto del encuentro entre diferentes culturas.
La música andina se ha dado a conocer mundialmente por la difusión de la quena, el pinkillo, la tarka, el sicu y otros instrumentos de viento, sin olvidar la famosa diablada del carnaval de Oruro.
Las danzas criollas o mestizas sorprenden por la incorporación de elementos de la Europa renacentista y de los bailes de corte. El Carnaval de Santa Cruz es el acontecimiento folclórico más importante del país.
La indumentaria tradicional de la región andina se conserva todavía. Las mujeres mestizas de las ciudades llevan una elaborada vestimenta de un rico colorido, resaltando el mantón de manila y el sombrero borsalino.
La población indígena, dependiente en gran medida de su propio ingenio ha desarrollado una notable riqueza en cuanto a artesanía se refiere.