La gastronomía escocesa tiene elementos comunes con la inglesa y peculiaridades que la hacen especial. El pescado es el alimento esencial de la cocina escocesa, rodeada por el mar y con numerosas islas en su geografía, no podía ser de otro modo. Especial preferencia existe por el salmón y en pescados blancos: el rodaballo, el halibut y el pejesapo. Si desea probar las mejores especialidades del mar acérquese a Leith, el puerto de Edimburgo, donde numerosos restaurantes enfrente del mar ofrecen excelente comida.
Resultan excelentes la carne de vaca de Aberdeen y el cordero alimentados en los prados escoceses. Así mismo, son muy apreciadas las carnes de venado y la perdiz y el faisán. Platos típicos de Escocia son el Arbroath Smokies y los Finnan Haddies, cuyo ingrediente esencial es el merlango curado y ahumado al estilo nórdico, el Cook a leekie, pollo guisado con puerros y ciruelas, Scotch Broth, guiso de verduras y cebada, el Haggis, un budín picante de carne de oveja acompañado de puré de patatas y nabos y las truchas y arenques rebozados con harina de avena. Imprescindibles los quesos como el Chedar.
Como postres destacan el Cranachan, nata y harina de avena servido con frambuesas, las Oatcakes, galletas de avena que se suelen tomar acompañadas por miel o queso y frutas silvestres de gran calidad como fresas, frambuesas y strawberries, un curioso cruce entre frambuesa y mora.
Como bebida típica escocesa, nada mejor que un buen whisky de malta.