Los primeros datos de un asentamiento poblacional en estas tierras datan del 5000 a. C., según muestran los restos arqueológicos descubiertos en el yacimiento de la loma de L´Alcudia. En el siglo V a. C. este lugar ya era conocido como la ciudad ibérica de Heliké. A esta época corresponde el famoso busto de la Dama de Elche, fechado en el siglo V a. C. y que fue hallado en el año 1897. Esta valiosa escultura representa a una sacerdotisa vestida con el traje ceremonial y está considerada como una de los ejemplos más importantes del arte ibérico. La antigua ciudad de Heliké fue destruida por los cartagineses y no fue hasta la época romana cuando conoció momentos de prosperidad y crecimiento urbanístico. Los romanos le dieron el nombre de colonia Lulia Augusta Llici. Su esplendor duró varios siglos más, muestra de ello es la Basílica de Ilici, obra del arte visigodo. Durante la época de la dominación árabe la ciudad se trasladó a su situación geográfica actual, en la Vila Murada. Fue un período de desarrollo de la actividad agrícola. En ese momento se introdujo el sistema de regadío. Abd al Rahman hizo construir en la ciudad una importante red de acequias para regar los huertos, de los que aún quedan restos. En el año 1265, durante la conquista cristiana, se crea el Raval de Sant Joan, barrio de las afueras de la ciudad habitado por los musulmanes. El siglo XIX fue otro de los períodos de desarrollo urbano y económico gracias a la aparición de una importante industria alpargatera que con el tiempo daría origen a la actual industria del zapato, base de la próspera economía actual de la ciudad. Otras industrias también están presentes en la vida económica de Elche como la química, la industria repostera, la textil, la industria del metal y la construcción. Además, la ciudad es el escenario de numerosas ferias profesionales de ambito internacional.