La fauna y flora etíopes está marcada por su geografía ofreciendo una gran variedad de especies, muchas de ellas endémicas y por lo tanto no pudiendo encontrarse en otros lugares.
En el interior, en alturas inferiores a los 1.800 metros, se encuentran las denominadas “Tierras Calientes” en donde abundan los bosques y las galerías de selva tropical formadas junto a los ríos. Cuando la altura oscila entre los 1.800 y 2.500 metros aparecen las “Tierras Templadas” en donde se pueden contemplar grandes plantaciones de cultivos mediterráneos y subtropicales como café y algodón. Las “Tierras Frías” está situadas por encima de los 2.500 metros de altura y son tierras de pasto aprovechadas por los ganaderos. En el nordeste del país, junto al Mar Rojo, el desierto es el rey mientras que en el sudeste el paisaje predominante es la estepa.
Para observar la fauna con especies típicamente africanas en su hábitat natural nada mejor que los alrededores del Macizo de Semién: leones, jirafas, búfalos, hipopótamos, cebras, avestruces, gacelas, antílopes, monos, hienas y panteras viven en este entorno. Los amantes de la ornitología están de suerte ya que en Etiopía se pueden admirar más de 830 especies distintas muchas de ellas endémicas.
Etiopía cuenta con un total de 11 Parques Nacionales donde están presentes todos los grandes mamíferos africanos, con la excepción del rinoceronte.