Más de 80 restaurantes en la capital ofrecen las más variadas posibilidades para degustar la gastronomía riojana, rica en verduras, carne y repostería. En La Rioja decir gastronomía es decir fiesta. Logroño ofrece una inmensa oferta gastronómica en todas las variedades imaginables, desde potajes, sopas, migas o chorizo y caza típicos de la serranía a las verduras, ensaladas y alubias de la ribera o las carnes asadas de cerdo o cordero y el bacalao con pimientos. Platos típicos de Logroño son el cabrito asado simplemente con sal y las patatas a la Riojana. Las famosas patatas a la riojana se pueden elaborar de muy distintas formas, pero en todas ellas se utiliza el chorizo, la patata y el pimentón. Otro plato que cuenta con numerosas recetas es el elaborado con caracoles, destaca el conejo con caracoles. La cocina de La Rioja se enriquece por los buenos productos de la propia región. La huerta ribereña proporciona una gran variedad de verduras y hortalizas que sirven para la elaboración de platos tan deliciosos como las ensaladas riojanas o la menestra. En las zonas altas de La Rioja los productos estrella de su cocina son los obtenidos de la matanza del cerdo, como el afamado chorizo riojano, el jamón y el salchichón. Esta tradicional comida serrana tiene sus platos fuertes como las sopas de Viguera, los potajes o el caldereste. La repostería logroñesa es de extraordinaria calidad y está basada en la utilización de frutas, aderezadas con vino de Rioja. Postres típicos son los rollos y mangitos, los molletes de Santo Domingo de la Calzada, la harinosa de Aguilar, la camuesada (manzanas con leche), el hormigo (pasta de harina y agua cubierta con leche, canela y miel), el fardelejo (empanada rellena de almendra) y el mazapán de Soto.
VINOS
El vino es el producto riojano por excelencia y es el acompañante perfecto de los deliciosos platos de la cocina regional. Los caldos de La Rioja también se utilizan en la elaboración de las recetas más suculentas y tradicionales de la gastronomía local, como en la preparación de las peras al vino, los frailongos, las sopas de viono o en la del "morcillo de ternera estofado a los dos vinos". El plato de morcillo se elabora con carne de ternera, tomate, cebolla, vino blanco seco, vino tinto de crianza, ajo, harina y se sazona con tomillo seco. Los caldos de Rioja poseen una fama internacional y no es para menos, las bodegas de la tierra son templos en los que se adora el vino. La Rioja produce excelentes vinos criados en barricas de roble, donde envejecen y reposan hasta su envadado. Dichos vinos envejecidos se catalogan en tres categorías: Crianzas, caldos que han permancecido por lo menos un año en barrica de roble; Reservas, vinos que han permanecido al menos tres años entre la barrica de roble y la botella; Gran Reserva, caldos que han envejecido en barrica de roble al menos dos años y han permanecido tres embotellados. Las variedades de uva que se utilizan a la hora de elaborar estos vinos son: Tempranilloo, Garnacha, Mazuelo, Graciano, Malvasía y Viura.