Sin duda la manifestación artística más reconocida en Yugoslavia es la música. Los bailes folclóricos serbios se confunden con los de la vecina bulgaria, y son acompañados por los sonidos de la caraba (pequeña gaita), el gadje (una gaita de mayor tamaño), la frula (flauta pequeña), el duduk (flauta grande) y el violín. La gaita empleada en el folclore balcánico data probablemente de las invasiones celtas en el siglo IV.
La música de los albaneses de Kosovo lleva la huella de los cinco siglos de dominación turca, visible en los instrumentos que emplea: la zorna árabe (flauta) y el tambor de piel de cabra. El kolo (baile en grupo) es frecuentemente acompañado por músicos gitanos.