En el mercado del pescado de Bergen, por un precio razonable, se pueden comprar desde gambas recién cocidas hasta langostas rojas, o numerosas variedades de caviar y de salmón.
Otras especialidades son la sopa de pescado de Bergen, que tiene merecido un puesto en los mejores libros de cocina, las típicas albóndigas de pescado o saborear los bollitos a chelín de Bergen, bollitos de forma retorcida con azúcar en la parte superior y canela en las curvas, junto a la mayor variedad de productos de panadería, todos excelentes.
Otra de las especialidades es el "spekemat", una especie de embutido curado de cordero, cerdo, de reno o alce, que se suele tomar acompañado de huevos revueltos y rebanadas de pan, "flatbrod". Destaca también el reno asado con patatas, el alce asado, la "betesupe", sopa de verduras, patata y carne, o la "gul ertesuppe", sopa de guisantes amarillos con tocino. Otras aventuras gastronómicas son la carne de foca, los huevos de gaviota, las lenguas de bacalao, el pez gato o el pez lobo y la carne de ballena. No se puede nombrar las especialidades culinarias de Bergen sin destacar el queso dulce marrón elaborado con leche de cabra y que los habitantes de esta encantadora ciudad suelen degustar en el desayuno.
Los frutos del bosque son esenciales para elaborar los postres tradicionales, aunque también acompañan algunos platos de carne, especialmente los de caza. Hay que señalar entre ellos los arándanos, las fresas salvajes, las frambuesas, la zarzamora ártica y otros muchos que sirven también para elaborar deliciosos zumos y fuertes aguardientes y licores así como mermeladas y jaleas. En las cafeterías se pueden degustar las denominadas tartas "Konditori" acompañadas de un aromático café.