La época de los templarios, del reino de Valencia, del alto medievo y del Renacimiento es el principal protagonista de la provincia de Castellón. Al igual que en otras poblaciones alicantinas, los castillos alfombrados con tejados y las callejuelas pedregosas y empinadas se dispersan por esta provincia, tanto en su costa como en el interior. Algunos de los ejemplos más destacables son las localidades de Peñíscola, con su castillo del Papa Luna; Onda, con sus casco declarado Conjunto Histórico Nacional, al igual que Catí, o la fantástica y casi desconocida Morella que fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Tanto Castellón de la Plana como numerosos pueblos de la provincia bien merecen un viaje con el que poder disfrutar del arte y la historia de un territorio de tanta solera e historia.