Sin lugar a dudas el mejor lugar para hacer las compras es Bogotá, por su calidad y precios razonables. En la capital encontrará todos los productos que produce el país, especialmente la mayor selección de esmeraldas y piedras preciosas, así como antigüedades y alfarería precolombina. Recuerde que regatear es la consigna en todo el país.
Las artesanías varían dependiendo de la región y de lo que se desee, pero visite Boyacá un punto importante para la adquisición de productos artesanales en tejidos a mano, cestería y alfarería. En Santa Fe de Antioquia encontrará bueno trabajos en oro, mientras que en Pasto se producen bellas piezas decorativas acabadas con su famoso barniz, una clase especial de resina vegetal. Pitalito es famoso por su cerámica en miniatura.
Las hamacas son otro de los productos interesantes, aunque se encuentran en todos los sitios y varían de una región a otra, desde las más sencillas de Villavicencio, en la zona de Los Llanos, a las más decorativas y elaboradas hechas en San Jacinto. En las zonas más frías de la región andina se producen las conocida “ruanas” (ponchos) colombianas. En algunos poblados se tejen a mano y se tiñen con colores naturales. La mejor selección la encontrará en Bogotá. En Capurganá puede adquirir las “molas”, una prenda rectangular con diseños de colores hechas por los indios Cuna. Los cestos de la zona del Pacifico son interesantes y la mejor selección la encontrará en Cali. La piel colombiana es relativamente barata y una de las mejores de América Latina. Existen artículos en todos los diseños, medidas, estilos, clases y colores. Bogotá tiene el mejor surtido, pero puede encontrarse una buena selección en otras ciudades. En Colombia encontrará todos los objetos imaginables hechos en mimbre, así como en madera. No olvide llevar un poco del buen café de este país.
La Isla de San Andrés, gracias a su condición de puerto franco,ofrece algunas ventajas por su extensa variedad de mercancías provenientes de todo el mundo. Sin embargo el liberalismo económico ha provocado que muchos productos puedan adquirirse a precios igual de competitivos en la parte continental.