En Escocia hay grandes manadas de ciervos, águilas reales y halcones peregrinos, especialmente en algunas zonas montañosas de la región de Sutherland. Al norte, aves de las tierras altas como el zarapito y el archibebe, frecuentan los páramos. El gato montés suele habitar terrenos más rocosos, mientras que en las tierras bajas de las Highlands Centrales, el pino autóctono da cobijo a la ardilla roja, al lagópodo escocés y la marta. Los bosques caducifolios de robles y abedules maduros pueblan los parques forestales de Galloway y Argyll. Numerosas especies de musgos y helechos los embellecen formando especies de alfombras de campanillas azules en los meses de primavera. En la Reserva Natural Nacional de Muir of Dinnet, en Deeside, hay una singular marmita gigante. Los lagos y ríos dan alojamiento a salmones y truchas, además de la escurridiza nutria.
En las islas hay numerosas colonias de aves como albatros, gaviotas e incluso frailecillos y araos. Marsopas, delfines y ballenas se pueden ver con mucha facilidad alrededor de la costa escocesa. En las islas del norte es posible encontrar a la mayor población de focas grises del mundo Y por último, Escocia acoge a ese raro ejemplar admirable que es el águila pescadora.