Todo el norte montañoso de la provincia de Palencia es un conjunto de pequeños valles recorridos por ríos que bajan hacia la meseta y que guardan un ramillete de pequeños pueblos que se agrupan en torno a unos templos. Estas edificaciones construidas casi todas durante los siglos X y XII, constituyen la mayor concentración de monumentos románicos de toda España. Quizá no sea la muestra más espectacular de este estilo arquitectónico, pero ofrecen al viajero una visión amplia y con encanto de la arquitectura, pintura y escultura de esos siglos. Verdaderas joyas del gótico son la Ermita de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar y el monasterio cisterciense de San Andrés de Arroyo en los alrededores de Moarves de Ojeda. En la capital palentina se celebra un certamen cultural en el mes de agosto sobre el románico en Palencia. Se convocan seminarios y conferencias con la presencia de destacados especialistas y maestros en el arte y cultura medieval, se organizan conciertos y visitas a monumentos de la provincia. Palencia es una tierra regada por el Canal de Castilla. Este manantial de regadío la ha dado vida y ha hecho a sus tierras fértiles. Fue construido entre los siglos XVIII y XIX. Trabajaron en él, campesinos, soldados, presidiarios. Hoy, cumplido el sueño de dotar a la meseta una salida comercial al mar, este canal además de constituir una valorada obra patrimonial, ofrece la posibilidad de conocer a lo largo de su trayectoria, el encanto de la provincia palentina, de sus pueblos y sus gentes.